Cerisola, Alfredo.
Pediátr. Panamá; 46(2): 126-131, agosto-septiembre 2017.
Resumen:
Resumen La exposición y el uso de medios electrónicos por parte de la mayoría de los niños es una realidad desde los primeros años de vida. Esta realidad se ha instalado en la vida de nuestros niños y de nuestra sociedad antes de que investigaciones cientí cas hayan podido evaluar su real impacto en el neurodesarrollo infantil. En los lactantes y pre-escolares, la exposición a pantallas electrónicas se ha asociado a un menor nivel de desarrollo cognitivo y del lenguaje. Asimismo, a mediano plazo, se ha relacionado con mayor riesgo de sobrepeso, dé cit de atención, y el riesgo de adoptar una actitud pasiva frente al mundo. En la edad escolar y en la adolescencia, el uso de estos instrumentos tecnológicos puede brindar oportunidades positivas para los aprendizajes y para la socialización. Sin embargo, más frecuentemente se observa un uso excesivo de estos dispositivos electrónicos, que repercute sobre la capacidad de concentración, el rendimiento escolar y sobre la cantidad y calidad del sueño nocturno. Algunos adolescentes que utilizan demasiado las redes sociales presentan síntomas de depresión, de déficit de sueño, sobrepeso, aislamiento social (afectados por el ciber-bullying), o están expuestos a contenidos y contactos inapropiados o riesgosos, y comprometen su privacidad y la con dencialidad de sus datos personales. Por todo ello, la comunidad académica debe informar sobre estos serios riesgos a la población, al mismo tiempo que continúa desarrollando investigaciones para conocer mejor el impacto que tienen los diferentes medios electrónicos sobre el neurodesarrollo y el bienestar de los niños y adolescentes.
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